jueves, 5 de mayo de 2011

Insípido.

¿Cuantas veces en tu vida te has recostado a meditar solamente?
 ¿Cuantas veces en tu vida te has detenido a admirar la compleja perfección del cielo y las estrellas?
¿Cuantas veces en tu vida te has detenido a escuchar la melodía de la ciudad?
 ¿Cuantas veces en tu vida te has tomado el tiempo de leer los rostros de las personas e interpretar sus sentimientos?
¿Cuantas veces en tu vida has observado lo que sucede a tu alrededor sin tu interacción?

¿Recuerdas tu primer beso?
¿Tu primer amor?
¿La sensacion cuando sacabas 10?
¿Recuerdas lo delicioso que sabían los dulces de Halloween?
¿La emisión que sentías cuando tu papá iba por ti de improviso?

Dime algo.
 ¿Sientes algo ahora?
  ¿Que te emociona?
    ¿Que te ilusiona?
     ¿Que te hace soñar?
      ¿Tus mariposas en el estomago también murieron?

Te diré algo.
El crecer, en vez de mejorar nuestras vidas, nos ha quitado las mejores cosas que teníamos.
 Nos hicimos inmunes a los sentimientos, a las sensaciones...
Y es que, si sentimos las cosas. Pero se sienten como el sueño de un sueño, que tuvimos alguna vez.
       (Eh aquí la respuesta a los padres angustiados, a su ya clásica pregunta "¿Porque hijo?").

Yo puedo decir que.
 Extraño sentir la ilusión como cuando niña.
Extraño sentir la felicidad como cuando niña.
 Extraño sentir la tristeza como cuando niña.
¡Extraño sentir las mariposas en el estomago!

Solo un consejo.
Piensa menos, y observa mas.

"Por que te amé"


… aún puedo recordar el día que naciste con extrema claridad. Me desperté tarde ese día para trabajar, pues la alarma no sonó. Tu madre dormía; el amor de mi vida desde el momento en que la vi por primera vez en la cafetería de la universidad, donde trabajaba tu abuela, con su vestido rosa y sus zapatitos de charol, sus coletas, y sus mejillas sonrojadas; a un lado mío.

Recuerdo que sonó el teléfono de mi oficina, y con las manos temblando y la voz entrecortada, respondí. 

Llegue al hospital justo a tiempo para ayudar a mamá con su trabajo de parto.
Dos horas más tarde naciste tú, con tu cabello negro azabache y tus grandes ojos.

Llore.

Era imposible que yo, el monstruo de la preparatoria, bromista pesado y enfadoso de la universidad, hubiera sido capaz de crear una cosa tan pequeña y perfecta.

Te amé desde que te vi en tu primer ultrasonido, ese día pude aguantar el sentimiento.

Pero esta vez, cuando te pude tocar, te mire, te pude sostener… Tus pequeñas manos… Es indescriptible el sentimiento que me embargo… Fue como una embriagante combinación de euforia con adrenalina corriendo por mis venas. Y por primera vez en la vida, sentí que valía la pena vivir. 

No puedo describir la sensación de este renacimiento que provoco en mí tu llegada, lo único que si puedo decir es que ahora mi vida giraba en torno a un nuevo sol, que me convirtió en un ser humanista.


Cuando estés leyendo esto, puedo imaginar que ya serás mayor, como para entender porque me fui. No fue porque no te amara, eso lo puedo jurar. Pues te amo con cada milímetro de mi alma y amo a tu madre solo un poco menos que a ti.

Espero y puedas perdonarme, por no haber supervisado tu primer juego de soccer, tu primera novia, tu primer beso, tu graduación, tu primer amor, tu primer empleo, tu primer apartamento, tu primer auto, tu boda y tu primer hijo.

Aunque confío en tu sano juicio y sé, de buena fuente, que lo harás mejor que yo.

Con amor, Papá.

-Listo cariño, terminé de alistar todo…
-Mi amor, nos vamos en dos días… no entiendo porque la prisa de tener todo arreglado ya… En fin… Voy a llevar a Luís al parque, esta muy inquieto.
-Bueno Lucy iré a descansar un poco… esa quimioterapia es lo que me va venir matando uno de estos días.
-¡No!... digas eso…-Dijo Lucille, con las mejillas empapadas en lágrimas-… jamás lo menciones Fernando.
-Ya Lucy… te veo mas tarde amor.


Hijo mío:
Sé que no me conoces y apenas sabes quien fui.
Tu madre salió a dar un paseo contigo, y me temo ya no estaré para despedirme.
Y en verdad lamento eso.
Lamento cada segundo que eh perdido al no estar junto a ti.
Humanos… jugando a ser dioses.
Yo soy un hombre simple, con un frágil tesoro en sus manos. La vida me permitió tenerte fugazmente. Y le estaré infinitamente agradecido al universo por ello.

Te diré que…

Flor de liz

Flor de liz