miércoles, 4 de mayo de 2011

"Contigo, hasta el fin de los tiempos".



Extrañamente enamorado.
Algo vacio y profundo.
Algo sin sentido real.
Como estar soñando bajo el efecto de un poderoso relajante.
Miradas profundas.
Conversaciones sin atención fija.
Con un vago cariño.
Con un profundo amor.
Penetrante miedo irracional y justificado.
Mente vaga.
Sin concentración.
Deslumbrado por su belleza.
Hipnotizado por su voz.
Su figura.
Sus labios.
Sus ojos.
Mis labios apenas rosan su rostro, se me eriza la piel, se acelera mi corazon.
Ella me sonríe inocentemente.
Toma mi mano.
Su piel suave, cálida y delicada me provocan una sensacion de iluminacion interna.
Rodea mi cuello con sus brazos.
Besa mi mejilla.
Da un paso atras.
La tomo por la cintura. Vacilo dos segundos... la beso.
Hacia meses que no hacemos el amor.
La cargue hasta la habitación; Frágil y delicada.
La desvestí lentamente.
Ella me observaba profundamente. Con mirada inocente, llena de vida.
Mis brazos sostenian mi cuerpo sobre ella.
Puso su mano sobre mi pecho, me miró a los ojos.
Mi corazon latia en mi garganta.
"-No me olvides".
Sus palabras taladraron mis oídos hasta llegar a lo profundo de mi alma.
Bese su frente.
Hicimos el amor como nunca lo volví a hacer en mi vida.
Me recoste a su derecha.
Ella, se recosto sobre mi pecho, escuchando los latidos del profundo amor que siento por ella.

Se quedo dormida.
Yo, cerre los ojos y dormite. No queria tener que despertar a la realidad.
A las 4:00 am, ella desperto sollosando.
Corrió al baño y de una cerro con llave.
Del otro lado de la puerta ella vomitaba y sollosaba del dolor.
El miedo me envargo.
Le rogue, con lagrimas en el rostro, abriera la puerta.
Ella llorava.
Encendí la luz para buscar las llaves.
La cama, repleta de sangre.
La angustía recorrio mi cuerpo como un choque eléctrico, dejando que el miedo se desbordara.
Corrí al comedor y tomé las llaves.
Abrí la puerta torpemente.
Mis manos temblaban.
Ella, en la alfombra, bañada en sangre.
Sin fuerza para mover un dedo.
Me hinque a su lado, la levante y la recoste en la bañera.
Bese su frente y salí a llamar a su médico.
Él, dijo, llegaria pronto, y agrego "-Tienes que afrontarlo".
Hace 6 meses que me preparo para esto, y aun asi no me sentía listo.
Regrese por ella, la saque de la bañera, la seque y la envolví en la toalla.
La recoste en la cama.
Fuí al armario y tome su vestido de bodas, que uso cuando nos casamos. Apenas dos años atras.
La vestí, apretando mas el corsé; había adelgazado los últimos meses.
Me puse mi esmoquin, y puse la maleta, que ella habia preparado hace dos meses para cuando este día llegara, sobre la cama.
Llamaron a la puerta.
Abrí. Y regrese a la habitacion por ella y la maleta.
"-¿Listos?", dijo el doctor tomando el pulso de ella.
"-En realidad... no", respondío ella con voz devil, pero con una sonrisa de niña en los labios.
Le devolví la sonrisa, mientras brotaban lágrimas de mis olos.
La cargue hasta el auto y la acomode en el asiento del copiloto.
Conduje por 40 minutos, con el auto del doc siguiendome a distancia.
Ella dormía cuando llegamos.
Era un valle, con montañas alrededor, un lago en el centro y nuestra casa de campo en la orilla norte de este.
La desperte, y la lleve al jardín de la casa que daba al lago.
La sente y me sente a su lado.
La abrace y bese su frente.
Ella me miro, penetrante a los ojos, sonrio, y beso mis labios.
Se recosto sobre mi regazo.
Una hora mas tarde con voz baja pero segura,"-Te amo", dijo.
"-Lo se, y yo te amare..." dije.
"-Lo se", me enterrumpió ella y cerro los ojos.
"-Siempre", termine de decir con un mar de lágrimas en mis mejillas que no paraban.


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Flor de liz

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