miércoles, 4 de mayo de 2011

... y, murió.

¡No!
¡Tómalo!
Corre, no hay tiempo.
¿Por qué?
Tu vida depende de ello.
No importa que dejaste atrás, corre.
¡No!, corre mas rápido.
Siente la brisa.
Siente el excitante olor del miedo que crece desde tus entrañas.
Siente los latidos de tu corazón que llegan a tu garganta y te provocan nauseas.
Te tiemblan las manos.
Tus piernas, no las sientes.
¡NO! No puedes detenerte.
¡Sigue corriendo!
Sientes el cosquilleo en todo el cuerpo.
La furia del hombre al que le han quitado a su mujer, y con ella su honor.
¿Sientes esa punzada en tu cabeza? Taladrando tu cráneo como un clavo de plomo, adentrándose a lo profundo.
¿Ves el horizonte?... Lo se, yo tampoco lo veo.
¡Sigue corriendo!
Ya no sientes tus pies.
No seas nena. ¡Corre!
¿Vez el horizonte?
Más pronto que nunca...
Corre que ya también lo veo.
¡Espera!
¡¡DETEEENTE!!
 Mírate. Envejeciste; tu piel… tu cabello… ¿Cuanto tiempo dejaste pasar?

 ¿Y por que corrías?

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Flor de liz

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